lunes, 1 de junio de 2009
FORMACION EUCARISTICA: II
Historia de la Solemnidad del Corpus Christi
A fines del siglo XIII surgió en Lieja, Bélgica, un Movimiento Eucarístico cuyo centro fue la Abadía de Cornillón fundada en 1124 por el Obispo Albero de Lieja. Este movimiento dio origen a varias costumbres eucarísticas, como por ejemplo la Exposición y Bendición con el Santísimo Sacramento, el uso de las campanillas durante la elevación en la Misa y la fiesta del Corpus Christi.
Santa Juliana de Mont Cornillón, por aquellos años priora de la Abadía, fue la enviada de Dios para propiciar esta Fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.
Desde joven, Santa Juliana tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre anhelaba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haber intensificado por una visión que tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.
Juliana comunicó estas apariciones a Mons. Roberto de Thorete, el entonces obispo de Lieja, también al docto Dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos y a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Lieja, más tarde Papa Urbano IV.
El obispo Roberto se impresionó favorablemente y, como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; al mismo tiempo el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan escribiera el oficio para esa ocasión. El decreto está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten, V.I. 276), junto con algunas partes del oficio.
Mons. Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la fiesta se celebró por primera vez al año siguiente el jueves posterior a la fiesta de la Santísima Trinidad. Más tarde un obispo alemán conoció la costumbre y la extendió por toda la actual Alemania.
El Papa Urbano IV, por aquél entonces, tenía la corte en Orvieto, un poco al norte de Roma. Muy cerca de esta localidad se encuentra Bolsena, donde en 1263 o 1264 se produjo el Milagro de Bolsena: un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de partir la Sagrada Forma, vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 junio de 1264. Hoy se conservan los corporales -donde se apoya el cáliz y la patena durante la Misa- en Orvieto, y también se puede ver la piedra del altar en Bolsena, manchada de sangre.
El Santo Padre movido por el prodigio, y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la Iglesia por medio de la bula "Transiturus" del 8 septiembre del mismo año, fijándola para el jueves después de la octava de Pentecostés y otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio.
Luego, según algunos biógrafos, el Papa Urbano IV encargó un oficio -la liturgia de las horas- a San Buenaventura y a Santo Tomás de Aquino; cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el oficio hecho por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en pedazos.
La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y, en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. En 1317 se promulga una recopilación de leyes -por Juan XXII- y así se extiende la fiesta a toda la Iglesia.
Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV, y se hicieron bastante comunes a partir del siglo XIV.
La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.
En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.
Finalmente, el Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad; y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
v
Adoración Eucarística: Exposición y bendición
Siendo el pan una comida que nos sirve de alimento y se conserva guardándole, Jesucristo quiso quedarse en la tierra bajo las especies de pan, no solo para servir de alimento a las almas que lo reciben en la sagrada Comunión, sino también para ser conservado en el sagrario y hacerse presente a nosotros, manifestándonos por este eficacísimo medio el amor que nos tiene.
En toda forma de culto a este Sacramento hay que tener en cuenta que su intención debe ser una mayor vivencia de la celebración eucarística. Las visitas al Santísimo, las exposiciones y bendiciones han de ser un momento para profundizar en la gracia de la comunión, revisar nuestro compromiso con la vida cristiana; la verificación de cada uno ante la Palabra del Evangelio, el asomarse al silencioso misterio del Dios callado... Esta dimensión individual del tranquilo silencio de la oración, estando ante él en el amor, debe impulsar a contrastar la verdad de la oración, en el encuentro de los hermanos, aprendiendo también a estar ante ellos en la comunicación fraternal.
La Exposición
La exposición y bendición con el Santísimo Sacramento es un acto comunitario en el que debe estar presente la celebración de la Palabra de Dios y el silencio contemplativo. La exposición eucarística ayuda a reconocer en ella la maravillosa presencia de Cristo o invita a la unión más íntima con él, que adquiere su culmen en la comunión Sacramental.
Habiéndose reunido el pueblo y, si parece oportuno, habiéndose iniciado algún cántico, el ministro se acerca al altar. Si el Sacramento no se reserva en el altar de la exposición, el ministro, con el paño de hombros lo trae del lugar de la reserva, acompañado por acólitos o por fieles con velas encendidas.
El copón o la custodia se colocará sobre el altar cubierto con mantel; mas si la exposición se prolonga durante algún tiempo, y se hace con la custodia, se puede usar el manifestador, colocado en un lugar más alto, pero teniendo cuidado de que no quede muy elevado ni distante. Si se hizo la exposición con la custodia, el ministro inciensa al Santísimo; luego se retira, si la adoración va a prolongarse algún tiempo.
Si la exposición es solemne y prolongada, se consagrará la hostia para la exposición, en la Misa que antes se celebre, y se colocará sobre él altar, en la custodia, después de la comunión. La Misa concluirá con la oración después de la comunión, omitiendo los ritos de la conclusión. Antes de retirarse del altar, el sacerdote, si se cree oportuno, colocará la custodia y hará la incensación.
La Adoración
Durante el tiempo de la exposición, se dirán oraciones, cantos y lecturas, de tal suerte que los fieles, recogidos en oración, se dediquen exclusivamente a Cristo Señor.
Para alimentar una profunda oración, se deben aprovechar las lecturas de la sagrada Escritura, con la homilía, o breves exhortaciones, que promuevan un mayor aprecio del misterio eucarístico. Es también conveniente que los fieles respondan a la palabra de Dios, cantando. Se necesita que se guarde piadoso silencio en momentos oportunos.
Ante el Santísimo Sacramento expuesto por largo tiempo, se puede celebrar también alguna parte, especialmente las horas más importantes de la Liturgia de las Horas; por medio de esta recitación se prolonga a las distintas horas del día la alabanza y la acción de gracias que se tributan a Dios en la celebración de la Misa, y las súplicas de la Iglesia se dirigen a Cristo y por Cristo al Padre, en nombre de todo el mundo.
Oración
Oh saludable Hostia Que abres la puerta del cielo: en los ataques del enemigo danos fuerza, concédenos tu auxilio.Al Señor Uno y Trino se atribuye eterna gloria: y El, vida sin término nos otorgue en la Patria. Amén.
La Bendición
Al final de la adoración, el sacerdote o el diácono se acerca al altar; hace genuflexión, se arrodilla y se incoa este himno u otro cántico eucarístico:
Canta, lengua, el misterio del cuerpo glorioso y de la sangre preciosa que el Rey de las naciones, fruto de un vientre generoso, derramó como rescate del mundo.
Nos fue dada, nos nació de una Virgen sin mancilla; y después de pasar su vida en el mundo, una vez esparcida la semilla de su palabra, terminó el tiempo de su destierro dando una admirable disposición.
En la noche de la última cena, recostado a la mesa con los hermanos, después de observar plenamente la ley sobre la comida legal, se da con sus propias manos como alimento para los Doce. El Verbo hecho carne convierte con su palabra el pan verdadero con su carne, y el vino puro se convierte en la sangre de Cristo.
Y aunque fallen los sentidos, baste sólo la fe para confirmar al corazón recto en esa verdad. Veneremos, pues, inclinados tan gran Sacramento; y la antigua figura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos.
Al Padre y al Hijo sean dadas alabanza y júbilo, salud, honor, poder y bendición;una gloria igual sea dada al que de uno y de otro procede. Amen.
Mientras tanto, arrodillado, el ministro inciensa el Santísimo Sacramento, si la exposición se hizo con la custodia.
V. Les diste pan del cielo. (T.P. Aleluya). R. Que contiene en sí todo deleite. (T.P. Aleluya).
Luego se pone en pie y dice:
Oremos
Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tú Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.
Preces en forma de letanías al Santísimo Sacramento.
Señor, ten misericordia de nosotros.! Oh Cristo ! ten misericordia de nosotros.Señor, ten misericordia de nosotros.! Oh Cristo ! óyenos.! Oh Cristo ! escúchanos.Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.Santísima Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.Pan vivo que bajaste del Cielo, ten misericordia de nosotros.Dios escondido y Salvador, ten misericordia de nosotros.Comida de los escogidos, ten misericordia de nosotros.Vino que engendras vírgenes, ten misericordia de nosotros.Pan substancioso y de los reyes regalo, ten misericordia de nosotros.Sacrificio continuo, ten misericordia de nosotros.Ofrenda pura, ten misericordia de nosotros.Cordero sin mancha, ten misericordia de nosotros.Mesa purísima, ten misericordia de nosotros.Comida de los ángeles, ten misericordia de nosotros.Maná escondido, ten misericordia de nosotros.Memorial de las maravillas de Dios, ten misericordia de nosotros.Pan sobresubstancial, ten misericordia de nosotros.Verbo hecho carne, ten misericordia de nosotros.Dios con nosotros, ten misericordia de nosotros.Hostia Santa, ten misericordia de nosotros.Cáliz de Bendición, ten misericordia de nosotros.Misterio de fe, ten misericordia de nosotros.Pre-excelso y venerable Sacramento, ten misericordia de nosotros.Sacrificio, el más santo de todos, ten misericordia de nosotros.Verdadero propiciatorio por los vivos y difuntos, ten misericordia de nosotros.Remedio celestial, con el que nos preservamos de todos los pecados, ten misericordia de nosotros.Milagro asombroso sobre todos los milagros, ten misericordia de nosotros.Memoria sacratísima de la Pasión del Señor, ten misericordia de nosotros.Don que excedes a toda riqueza, ten misericordia de nosotros.Memorial principal del amor divino, ten misericordia de nosotros.Abundancia de liberalidad divina, ten misericordia de nosotros.Sacrosanto y augustísimo misterio, ten misericordia de nosotros.Medicamento de inmortalidad, ten misericordia de nosotros.Sacramento vivífico digno de todo respeto, ten misericordia de nosotros.Pan hecho carne por el Todopoderoso, ten misericordia de nosotros.Sacrificio incruento, ten misericordia de nosotrosComida y convidado, ten misericordia de nosotros.Convite dulcísimo en el que sirven los ángeles, ten misericordia de nosotros. Sacramento de piedad, ten misericordia de nosotros.Vínculo de caridad. ten misericordia de nosotros.Oferente y ofrecido, ten misericordia de nosotros. Espiritual dulzura, gustada en la misma fuente, ten misericordia de nosotros.Sustento de las almas santas, ten misericordia de nosotros.Viático de los que mueren en el Señor, ten misericordia de nosotros.Prenda de la gloria que esperamos, ten misericordia de nosotros Sénos propicio, perdónanos, Señor.Sénos propicio, escúchanos, Señor.De la comunión sacrílega, líbranos, Señor.De la concupiscencia de la carne, líbranos, Señor.Del deseo desordenado de los ojos, líbranos Señor.De las soberbia de la vida, líbranos, Señor.De toda ocasión de pecar, líbranos , Señor.Por aquel deseo con que deseaste comer esta pascua con tus discípulos, líbranos, Señor.Por la encendida caridad con que instituiste este divino Sacramento, líbranos, Señor.Por tu sangre preciosa, que nos dejaste en el altar, líbranos, Señor.Por las cinco llagas de tu cuerpo sacratísimo, que nosotros recibiste, líbranos, Señor.Nosotros pecadores, te rogamos óyenos.Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe, reverencia y devoción de este admirable Sacramento, te rogamos óyenos.Que te dignes guiarnos por la verdadera confesión de los pecados, a la frecuente comunión, te rogamos, óyenos.Que te dignes librarnos de toda herejía, infidelidad y ceguedad de corazón de corazón, te rogamos óyenos.Que te dignes hacernos participantes de los frutos preciosos y celestiales de este Santísimo Sacramento, te rogamos óyenos.Que te dignes confortarnos y fortalecernos en la hora de nuestra muerte con este Viático celestial, te rogamos óyenos.!Oh Hijo de Dios! te rogamos óyenos.Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.!Oh Cristo, óyenos!!Oh Cristo, escúchanos!!Señor, ten misericordia de nosotros!!Señor, ten misericordia de nosotros!Padre nuestro, etc.v/ El pan del cielo les has dado.r/ Que tiene en sí todo el deleite.v/ Bendito eres, Señor, en, los Cielos. r/ Digno de las alabanzas que se te den, y de ser exaltado y glorificado en todos los siglos.v/ Señor, oye gustoso mi súplica.r/ Y llegue a tu oído mi clamor.v/ El Señor esté con ustedes.r/ Y con tu espíritu.
Oración¡ Oh Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión en este admirable Sacramento !Concédenos que de tal suerte veneremos los sagrados misterios de tu cuerpo y sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de nuestra redención. Que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario